lunes, 24 de julio de 2023

Exiliada

 



*Para una mejor experiencia dar a play y a continuación leer

💗Disfrute💗



Anoche,
en el calor de un refugio ajeno,
quise abandonar la memoria
de las difuminadas orillas 
de textura estremecida 
de nuestras pieles.

Traté de desatar
este frenesí enjaulado
en una coraza de torácicos barrotes,
del que no consigo desprenderme,
y que agosta mis venas, cartílagos y huesos,
con un árido viento procedente
de la dicotomía de tu ser.

Intenté anestesiar
este incruento pesar
en la imagen yuxtapuesta
de dos afligidas almas,
cuyas fundidas siluetas,
son vencejos en un vuelo
sin reposo,
que buscan desesperadamente el sur
entre los brazos 
del uno en el otro.

Te busqué
a través de otra mirada,
y no te hallé...
Desconsuelo de una niña perdida,
desterrada de la subyacente lascivia
que exhalaba tu boca;
extirpada de la mujer 
convertida en diosa
por el cristalino de los ojos
de su amante.

Pretendí ser
flama incandescente,
deleitada por el viril embate
de un extraño,
y alumbrar la caverna de Eco,
extinguida por el rechazo,
desposeída del dulce placer derramado.

Deseé estar ebria
de nuevas emociones.
Procuré adormecer
la fascinante simbiosis
de nuestros cuerpos,
y en cada clímax
evocaba tu aroma,
envuelto en la magia
de aquella noche de verano,
donde las luciérnagas danzaban
en sincronizadas ráfagas de luces
anunciando a Dios
la perfecta conjugación
de dos seres.

Anoche,
deseé olvidarte por un instante;
sedar tu recuerdo,
como aquellos que entregan su dolor
a las amapolas.
Pero fracasé...
Sobre otro pecho
no logré escuchar el ritmo
que marca el camino
de regreso a casa.
Sigo exiliada de mi hogar...
exiliada de tu abrazo.